Descripción
*****DESCATALOGADO*****
Presentación: Bote60 perlas de 717,51 mg.
Peso Neto: 43,05 g.
Los ácidos EPA y DHA contribuyen al funcionamiento normal del corazón con una
ingesta superior de 250 mg de EPA y DHA al día.
Sus ácidos grasos omega-3, principalmente en forma de fosfolípidos, son la forma de suministro más eficiente de este tipo de moléculas esenciales en comparación con los consolidados en triglicéridos omega-3 que se encuentran en la mayoría de aceites de pescado. Esto ha sido demostrado específicamente en el cerebro, hígado y riñones.
Metabolismo lipídico: Una dieta alta en grasas con aceite de krill Superba durante 6 semanas es suficiente para modificar el metabolismo de los lípidos, el bajo plasma lipémico y los niveles de colesterol. Además cuando las dosis se administran cuantitativamente de forma similar, el aceite de krill muestra tener un mayor potencial para promover la degradación de lípidos.
Corazón: La suplementación con ácidos grasos omega-3 ha demostrado mejorar la función del corazón en la insuficiencia cardíaca. Esta patología es una de las causas más importantes de mortalidad cardiovascular. Se ha demostrado que el aceite de Krill Superba podría tener una influencia favorable en el proceso de remodelación inicial después de un infarto de miocardio.
Articulaciones: El aceite de krill SuperbaTM nutracéutico alivia significativamente la artritis en un modelo animal experimental. La agudización de la artritis se redujo en un 26% después del tratamiento de aceite de pescado y un 47% después del tratamiento de aceite de krill en ratones expuestos a colágeno, lo que da lugar a graves signos típicos de la enfermedad.
Cerebro: El aceite de krill Superba aumenta la presencia de DHA en los fosfolípidos del cerebro un 22% mientras que el aceite de pescado reduce el nivel correspondiente un 1%.
Obesidad: Estudios previos han demostrado que los niveles de 2-AG en personas obesas están fuertemente vinculados con los altos niveles de triglicéridos, los depósitos de grasa en y alrededor de los órganos, y la resistencia a insulina. Sólo aceite de krill reduce considerablemente los niveles de 2-AG en adultos obesos, lo que indica una eficacia mayor que el aceite de pescado.