La dieta cetogénica también conocida como Keto, ayuda a las personas resistentes a la pérdida de peso o que necesitan perder mucho peso a conseguir sus objetivos. También se puede recomendar de forma intermitente en cualquier programa de reducción ponderal.

En los últimos años, la dieta cetogénica ha mostrado beneficios cardiovasculares, en el metabolismo de los glúcidos, la disminución de la presión arterial y la resistencia a la insulina. Se ha propuesto como una alternativa con buenos resultados para el tratamiento de la epilepsia refractaria a los fármacos, y en patologías tan diversas como enfermedades metabólicas, oncológicas, neurodegenerativas y trastornos psiquiátricos.

Cuando hay restricción de glucosa y/o energía en la dieta, el organismo metaboliza los depósitos de grasa a través de la lipólisis y los ácidos grasos a través de la betaoxidación dando lugar a los cuerpos cetónicos acetoacético, betahidroxibutirato y acetona, que son utilizados como fuente de energía. 

 

Perfil Nutricional de la dieta cetogénica

La dieta cetogénica es alta en grasas, adecuada en proteínas y baja en carbohidratos y nos conduce a un estado de cetosis (0,5 mmol-3 mmol de cuerpos cetónicos/litro de sangre) en un tiempo que puede variar en función del individuo, pero que por lo general es de 2 a 5 días. Si estamos bien hidratados también podremos valorar los cuerpos cetónicos en orina. 

Se emplean diferentes tipos de dietas cetogénicas, con variaciones entre gramos de lípidos y la suma de los gramos de (carbohidratos + proteinas) dando lugar a diferentes ratios (1:1, 2:1, 3:1, 4:1) y también en la fuente mayoritaria de grasas de la dieta (triglicéridos de cadena larga o media). Por ejemplo, los triglicéridos de cadena media facilitan la cetosis, y su complementación puede ser beneficiosa.

Uno de los repartos de nutrientes más utilizados con buenos resultados en el diseño de dietas cetogénicas es el que aporta el 75%-80% de las calorías en forma de grasas, el 12-15% de las calorías en forma de proteías y entre el 5%-10% de las calorías en forma de carbohidratos. 

El contenido de carbohidratos de una dieta cetogénica destinada a la pérdida de peso deberá ser unferior a 0,2-0,4 g/Kg de peso al dia (10).

 

Una dieta saciante y con potencial antiaging

A las dietas cetogénicas se les atribuye un mayor efecto saciante debido a que las grasas y las proteinas permanecen en el estómago durante más tiempo y el betahidroxibutirato y la acetona inhiben el apetito. Uno de los supresores más potentes del apetito es la colecistoquinina, hotmona estimulada por la ingesta de proteías y grasas, nutriente mayoritarios en esta dieta. 

La dieta cetogénica incrementa la capacidad antioxidante del organismo.

La cetoadaptación  muestra beneficios en la capacidad aeróbica y anaeróbica en atletas.

La dieta cetogénica de estilo mediterráneo promueve perfiles de lipidos no aterogénicos, disminuye la presión arterial y mejora los niveles de glusoca en sangre en ayunas. 

Fuente: Nature´s Plus